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Original Contribution

El Llamado de la Vida

Fausto Acuna Lopez

Hay ocasiones en las que uno pudiera pensar que se está preparado para sortear ciertos eventos, pero en realidad ¿quién logra estar listo para el momento esperado?

Martes 19 de septiembre 2017, todos los ciudadanos realizamos un macro simulacro como cada año. A las 13.15 horas, el día para el que nos habíamos capacitado, entrenado, practicado, instruido, del que habíamos platicado y temido, llegó nuevamente. Tuvieron que pasar treinta y dos años con 6 horas desde el terremoto de 1985 para que sufrieramos una catástrofe de esta magnitud; antes como scout voluntario, y ahora como rescatista formal voluntario.

Es un hecho que la capacitación constante ayuda a responder de manera eficiente ante las emergencias, pero ¿la población tiene la preparación para responder en el caos? Como mexicano me siento orgulloso de haber presenciado el despliegue de personas que acudieron a los diferentes escenarios para ayudar en lo que se pudiera ofrecer y de aquellos que, desde su trinchera, dentro y fuera del país, apoyaron de una manera diferente, pero con prudencia. Una entrega que deja el alma tocada de una manera especial para toda la vida.

A las 13.48 horas del 19 de septiembre, Rescate Urbano México, institución a la que orgullosamente pertenezco, fue activada para presentarse en una de las locaciones donde habían colapsado edificios. El tiempo de respuesta fue de tres horas aproximadamente pues llegar al sitio fue todo un logro. La ciudad estaba desbordada en tráfico y solo se lograban desplazar con mayor vialidad los vehículos de emergencia. El trabajo que nos esperaba era de varios días y noches, mismos que se convirtieron en un reto constante contra el tiempo. Llenos de entrega, entre lágrimas, sudor, alegrías, lluvia, frío, agotamiento y tesón. La coordinación y desarrollo de las labores de rescate con otras instituciones y la sociedad civil fue de gran aprendizaje durante esos días.

Trabajamos en 4 escenarios, donde en total se realizaron 9 recates de personas vivas y 49 recuperaciones de cuerpos. Fueron doce días en los que Rescate Urbano México desplegó a su personal con un total de 20 elementos activos y 5 unidades en un esfuerzo común. La mayoría de las acciones que realizamos fueron en Álvaro Obregón 286, donde pudimos colaborar con rescatistas que dieron su apoyo humanitario sin importar razas. Nuestros compañeros nacionales de Jalisco, Cancún, Chihuahua y los internacionales de Argentina, Colombia, Costa Rica, España, EUA, Israel y Japón sudaron a la par nuestra mientras nos animamos mutuamente para recobrar fuerzas y seguir luchando, pues la consigna era “hasta que salga el último cuerpo”.

El llamado de la vida para todos llegó de una manera inesperada, las almas y los cuerpos por los que se lucharon todos esos días, sabían que podían confiar en nuestro esfuerzo más allá del resultado mismo. Para algunos el llamado fue para jamás regresar y ser recordado por su familia, para otros, afortunadamente, fue una nueva oportunidad de vivir con mayor intensidad después de ser rescatados. Para nosotros, los rescatistas que acudimos una vez más, fue ratificar lo que en el alma llevamos tatuado, el descubrir y saber qué nacimos para el servicio.

Quienes integramos Rescate Urbano México somos personas leales a sus convicciones y a su compromiso de crear y dejar un mejor lugar en este planeta. Somos humanos, no somos héroes. Solo somos hombres y mujeres voluntarios, capacitados para atender a nuestros semejantes y nuestro entorno. Somos profesionistas que hablamos un mismo idioma “SERVICIO”; Somos médicos, arquitectos, publicistas, diseñadores, informáticos, ingenieros, cinefotógrafos, mecánicos, abogados etc. personas que buscamos y tenemos un fin común “SERVIR”.

Ahora solo espero que pasen muchos años antes de que ese llamado de vida nos vuelva a reunir en torno a nuestros semejantes, de vuelta al servicio y siempre dispuestos.

Hoy queremos dar gracias a los que fueron, a los que estuvieron, a los que se sumaron al equipo, a nuestras familias que nos permitieron acudir a este llamado esperándonos en casa. Gracias a los amigos de la vida, Cruz Roja, SOS, ERUM, Policía Federal, que se volvieron como nuestros hermanos. Gracias UNCA Internacional, Costa Rica que nos demostraron su apoyo incondicional.

“Gracias hombres y mujeres valientes de RESCATE URBANO MÉXICO por dar la mano al caído, gracias por haber descubierto a qué vinieron a este mundo.…”

Fausto Acuña López es Arquitecto de profesión y Rescatista por vocación. Dedicado a servir desde pequeño en los Scouts y ahora con 23 años de trayectoria como rescatista y paramédico, colabora en Rescate Urbano México como Director de Capacitación Continua. También es profesor en el Colegio Merici México donde promueve labores de trabajo comunitario. Esposo y padre de familia, orgulloso de su pequeña de 10 años.

 

Nota: Si usted observa algún error o quiere sugerir un cambio, por favor envíenos un correo a editor@emsworld.com

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